jueves, 28 de marzo de 2013

¡HASTA SIEMPRE, MAESTRO!

Murió García Ferré, se nos fue uno de los hombres que alumbró mi infancia y permitió a mi imaginación crecer infinitamente entre sus personajes y fantasías, un hombre que supo enseñarme contenidos y valores sin pedirme nada a cambio (bueno, los tres pesos semanales que costaba la revista Anteojito no eran nada a comparación de las riquezas que ella nos permitía aprovechar a sus lectores entre sus maravillosas páginas, repletas de sabiduría). Anteojito, aquel semanario que se llevó la crisis de fines de dos mil uno, que tuvo que salir de circulación por la inoperancia de bancos y políticos, hoy llora a su padre. Ojalá que Dios o el destino permitan algún día renacer a tamaño legado y que al menos desde el otro lado, Manuel pueda ver el regreso de su querida revista a las calles de nuestro país. Hoy partió, aunque con todo lo que nos dio, nadie puede negar que hombres como él no mueren; hoy más que nunca lo podemos decir. Es un día triste porque se nos fue alguien que queríamos, pero es más triste aún porque tenemos que llorar su muerte sin la revista Anteojito. Porque fuiste uno de nuestros primeros maestros, porque muchos nos introdujimos en el maravilloso mundo de la lectura gracias a tu revista, porque acompañaste nuestro desarrollo intelectual y personal como un verdadero instructor, los niños de ayer en todo el mundo te decimos gracias; gracias, maestro Manuel García Ferré.

sábado, 9 de octubre de 2010

JOHN LENNON, UN HÉROE DE CLASE OBRERA.

Me honra poder escribir acerca de él. Si no fuera por un tonto que se dejó llevar por sus inestabilidades, hoy cumpliría 70 años el más grande de todos, John Lennon.
Luego de pasar por una infancia difícil, que el genio supo pintar perfectamente en su canción “Mother”, y soportando las complicaciones de sus irregulares calificaciones en la escuela, John se refugió en la música formando grupos juveniles en donde comenzó desde muy pronto a demostrar su increíble capacidad técnica y creativa. A los 16 años conocería a Paul McCartney por medio de un amigo común, y juntos formarían la sociedad más exitosa de la historia de la música popular.
Los éxitos se sucedieron rápidamente y durante ocho años se multiplicaron hasta límites infinitos con su paso por el grupo “The Beatles”. Su maestría en la composición se reflejó en éxitos como “A hard day’s night”, “Help!”, “All you need is love”, “I am the walrus”, “Come togheter” y “Across the universe”.
Antes de la separación del grupo, John ya había comenzado a utilizar la música con fines generales, intentando llevarla más allá de la virtud meramente artística para cubrir necesidades de tipo social, lo que lo llevó a duros choques con McCartney de actitud más conservadora. John dejó los Beatles en 1970 y se introdujo de lleno en la lucha contra la guerra y la injusticia. Le cantó al amor, a la familia, a la juventud, al pasado, al presente y al futuro. Sus últimas obras son literalmente fotos de su alma. Fue músico extraordinario, pero también poeta. Todo el mundo lo lloró cuando el 8 de diciembre de 1980 en circunstancias dudosas fue asesinado en Nueva York. Hay decenas de versiones acerca de los motivos del crimen y ninguna de estas convence demasiado. Pareciera ser que el colosal John se metió con poderes demasiado grandes, que un día decidieron silenciarlo.
Entre sus mayores éxitos como solista se encuentran “Imagine”, “Jealous guy”, “Working class hero”, (Just like) Starting over” y “Woman”. Todas son canciones profundas en las cuales no hay un solo verso de relleno. Hoy a setenta años de su nacimiento el planeta se une para recordarlo, porque su legado continúa vivo y no hay manera de exterminarlo, porque sus viejas creaciones nos hablan como si hubieran sido escritas ayer, porque músicos como él ya no quedan y porque en el extravío de nuestra sociedad vaya si nos sigue haciendo falta.

Germán Gilio

www.germangilio.com.ar

jueves, 15 de julio de 2010

15 DE JULIO, DÍA DE LA IGUALDAD.

¡Habemus matrimonio igualitario!
Hoy Argentina será noticia en el mundo entero y no será por escándalos de corrupción ni triunfos deportivos. Es que a partir de esta madrugada nuestro país se convirtió en el décimo en el mundo en reconocer los mismos derechos para todas sus familias ya sean homoparentales o heterosexuales.
Luego de una exposición en el Senado que duró alrededor de quince horas, recién a las 4 de la mañana se votó por el sí, que ganó por 6 votos de diferencia para alegría de los miles de argentinos que esperaban ser reconocidos por el Código Civil. El 15 de julio de 2010, se convierte entonces en un día histórico para la República Argentina, y será recordado por nuestra posteridad como el “Día de la igualdad”.
De este modo es que quiero hacer llegar mis profundas felicitaciones por medio de este medio a la comunidad LGTB porque se merecen todo lo que han logrado. Tuvieron que luchar y recibir golpes tremendos desde de la sociedad. Sufrieron discriminación, descalificación, injurias y hasta persecución por parte de personas que dicen representar a las familias, pero que parecerían desconocer el significado de ese término. Anoche más allá de mi condición de heterosexual, me emocionó muchísimo ver a toda esa gente reunida frente al Congreso, aguantándose el frío mientras esperaba por su futuro. ¡Qué bueno que podamos decir que el paso está dado!
Desde tiempos inmemoriales, todas las minorías de la historia han debido transitar por los caminos que las mayorías construían. Los Homosexuales tienen ahora el matrimonio igualitario que ya es ley, por lo que se van a terminar los ataques contra ellos sin motivo. La Iglesia seguirá guiando a sus fieles por el camino que desee, pero ya no intercederá tanto sobre los asuntos del Estado que por suerte hoy demostró ser una institución independiente de ella.
Párrafo aparte me gustaría decir que entre varias otras cosas, yo me considero una persona Católica. Estoy bautizado en la Iglesia Católica Apostólica Romana, tomo la comunión cada vez que voy a misa (Aunque no lo haga todos los domingos) y sueño con poder casarme algún día allí con alguna bella mujer. Sin embargo lo que se acaba de debatir es una ley de un Estado laico y por lo tanto reconozco que ninguna religión, ni la mía ni la de nadie, debe meterse ya que mucha gente no cree en Dios y por lo tanto mientras no moleste a los demás tiene derecho a hacer lo que quiera con su vida. Los argumentos del cardenal Bergoglio (Que llegó a comparar la movida gay con el Diablo) y al Papa Benedicto me dan mucha vergüenza porque dejan muy mal parados a los fieles de una Iglesia milenaria que llegó a fundar nada menos que Jesús de Nazareth. Espero que semejantes necedades dejen demostrado ante creyentes y no creyentes que por sobre todas las cosas es necesario que las personas de hoy tengan un pensamiento independiente que les permita defenderse de todos aquellos que intenten manipular su conciencia o influir en la misma.
Estoy orgulloso de la comunidad gay, admiro su lucha y su trabajo todos estos años. A mí me ha tocado tener que convencer a más de un confundido y eso demuestra que la ignorancia era lo único que ponía en tela de juicio esta ley que debería haber existido ya desde hace décadas.
José de San Martín nos ensenó que cuando hay libertad, todo lo demás sobra. A partir de hoy los gays, lesbianas, bisexuales y transexuales son libres poseedores de sus derechos. Como ya los he felicitado sólo me resta pedirles un favor. Ahora que todos juntos hemos conseguido vivir en igualdad, el paso siguiente sólo lo pueden dar ustedes. Así que amigos y hermanos ¡Sean felices! .


Germán Alexis Gilio
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lunes, 12 de julio de 2010

ÉXITO ECONÓMICO, FRACASO DEPORTIVO.

Fuimos testigos de una injusticia que impidió otra igual. Por un lado se estuvo a cinco minutos de los discordantes penales, pero por el otro y deportivamente hablando, hasta el gol de Iniesta el campeonato del mundo se encaminaba hacia su opaco y merecido final.
¿Por qué decimos esto? Pues porque un rejuntado de ricos y fríos señores sentados detrás de un escritorio, hizo todo lo posible para que Sudáfrica 2010 no pasara a la historia como un buen mundial. Desde la creación de una pelota criticada por casi todos los futbolistas del planeta, pasando por canchas tan rápidas que impedían el normal funcionamiento del juego, hasta un protocolo tan estudiado y repetitivo que en su caduca monotonía aburría a propios y extraños, todo esto sin dejar de lado que el nivel del arbitraje fue el peor de todos los tiempos.
Por todo esto Sudáfrica 2010 merecía un final a su medida… es decir con un campeón decidido en la vaguedad de los tiros desde el punto del penal, y no la agónica y espectacular definición que tuvo.
Según trasciende, y a pesar de que el sentido común de cualquier persona que sepa de fútbol no concuerde con esta decisión, es casi un hecho que el señor Joseph Blatter seguirá por un período más al frente de la Federación Internacional del Futbol Asociado, porque claro… más allá del pésimo nivel futbolístico mostrado en el mismo, este mundial fue un enorme éxito económico, y permitió que muchísimas personas pudieran llenar sus bolsillos. Al fin y al cabo parece ser que es esto último lo que manda en el mundo, y se impone por encima de la nobleza del deporte en cualquiera de sus formas.
Así que esto va dedicado a ellos, a los mismos ineptos que hace 15 años quisieron agrandar los arcos, aquellos que tuvieron la locura de dar a luz al “Gol de oro” con el que prácticamente durante los alargues se dejaba de jugar al fútbol, a esos que al devolver una pelota en la calle lo hacen con la mano, a esos que pretendieron aumentar la cantidad de goles, pero por medio de una pelota ridícula y sólo consiguieron el segundo peor promedio de anotaciones en toda la historia… a estos sujetos de saco y corbata va dedicado este artículo. De ellos es el verdadero fracaso. Nosotros seguiremos esperando que algún día se dignen a devolverle el fútbol a su gente.

Germán Alexis Gilio
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jueves, 22 de abril de 2010

EL DÍA DE LA TIERRA, UNA MUESTRA MÁS DEL INFINITO DE LA HIPOCRESÍA HUMANA.

Hoy es el día de la tierra, así que me puse a pensar ¿Qué opinaría la misma si tuviese la oportunidad de manifestarse en nuestro propio lenguaje? Yo calculo que sería algo así como ‘¿Qué hacen éstos locos dedicándome un día a mí? ¿Sabrán acaso quién soy y cuáles son mis funciones? ¿Conocerán quizá todo aquello que les he regalado a lo largo del tiempo?’
No podría ser muy diferente a eso, porque en los 4 millones de años que llevamos en este planeta, ni siquiera hemos aprendido a comprendernos entre nosotros mismos. Nos creemos civilizados por haber construido monumentos gigantes y dominado a los demás animales, pero la verdad es que para sentirnos superiores tenemos mucho por recorrer aún en el camino del progreso, tanto individual como colectivo.
Hoy se nos ocurre conmemorar el día de la tierra, como una muestra más de nuestra infinita hipocresía, mientras tanto continuamos haciendo desaparecer los pocos bosques que nos quedan, destruímos los ecosistemas acuáticos con la pesca indiscriminada, cazamos tortugas para crear productos para “Pelo saludable” y contaminamos la atmósfera. La tierra no está bien, y día a día nos pone en sobre aviso acerca de ello por medio de terremotos, erupciones volcánicas, inundaciones, gigantescos incendios naturales y un montón de cosas más que nuestra limitada facultad de comprender no alcanza a percibir. Y es que en lugar de interpretar lo que a su manera nos dice, tal vez estemos todos esperando que sea el mismo planeta quien se encargue algún día de aprender nuestro idioma ¿Es más fácil así, no?
Es cierto que la Tierra nunca podría comprender las pavadas que hacemos… pero ahora, habiendo reflexionado durante un rato me pregunto ¿Cuándo fue que intentamos comprenderla nosotros a ella?

Germán Gilio
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lunes, 1 de marzo de 2010

UNA NOTA SILENCIOSA.

Estamos rodeados de silencio. El mundo gira y gira al compás de la más sucia de las indiferencias, la humana. Noche y día somos testigos de la destrucción de lo más íntimo de nuestra naturaleza, la dignidad.
¿Qué es lo que hacemos para luchar contra esta realidad? ¿Qué es lo que intentamos poner en relieve con el objeto de evitar el sádico atropello de la decadencia? Simplemente cerramos los ojos y aprovechamos nuestra ceguera para crearnos una ilusión del todo, que no es más que una inerte pompa flotando en el limbo de nuestra incapacidad de mejorar.
¿No es acaso eso, el símbolo de que ha llegado el final de nuestra existencia sentimental? ¿Es posible hallar percepciones, cuando nuestra sensibilidad está apagada completamente? ¿Cuál es el sentido del individualismo y la ingratitud? ¿Vale la pena nacer sin rectitud, sin compromisos intrínsecos hacia nuestra calidad de seres frágiles?
Creo que la respuesta a estas preguntas no va a llegar jamás, porque a los habitantes de este planeta no nos interesa saber nada acerca de nosotros mismos. A nosotros nos gusta la comodidad, y nos complace vivir en esta especie de sociedad casi medieval, en la cual el nacimiento decide la clase social y el futuro de la mayoría de las personas. En donde casi todos cumplimos una misión preestablecida por los “sabios” manipuladores del sistema, quienes son los encargados de determinar nuestra función en el mundo sin importarles lo que sentimos o somos por dentro, y nos convierten en meras piezas que deben moverse según normas exactas dentro de un gigantesco tablero de ajedrez.
Así está el mundo hoy… cubierto en su totalidad por el cobarde silencio de los buenos, aquel que tanto le preocupara a Martin Luther King y lamentablemente vemos crecer día a día. Así estamos todos… yo simplemente quise hacer sonar una bocina antes que la calma regrese nuevamente a nuestras almas conformistas para ahogar nuestras preocupaciones y nuestra solidaridad.

Germán Gilio
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ger@germangilio.com.ar

lunes, 9 de noviembre de 2009

¿MARCHAS CONTRA LA INSEGURIDAD?

Hace 25 años que los Argentinos tenemos democracia y poder de desición, ¿Porqué será que recién ahora nos damos cuenta de que no podemos salir a la calle? ¿ ¿No estaría bueno que en lugar de insistir en cortar calles y pedir por una justicia que hace ratos no llega, aprendemos a votar con desición y compromiso por la Patria, de manera de llegar al fondo de los problemas? ¿No se haría todo más fácil si nos damos cuenta de que es aquello mismo lo que los responsables de toda esta realidad nos quieren impedir?
En este país se habla mucho y se hace poco, nos tildamos de revolucionarios protestones, pero a la hora de la verdad siempre terminamos apañando las indecorosas acciones de los diferentes poderes de turno.
Mil "Marchas contra la inseguridad" no hacen nada por sí solas. Se necesitará pensar un poco para que en el futuro esto no sea una muestra de la triste demagogia de un país ignorante, cuya sociedad sólo puede resolver sus desastres desde la prepotencia y el atropello colectivo... eso sí, después siempre terminamos bancando a los mismos, mientras nuestra rueda de la fortuna sigue girando y girando...