miércoles, 15 de agosto de 2007

HOMENAJE AL NEGRO FONTANARROSA.

Y sí… no podía empezar mi blog de otra manera.
A casi un mes de la muerte de uno de los más grandes artistas que dio mi querida ciudad de Rosario, me siento por demás de afortunado al tener este espacio en el cual poder rendirle un humilde pero sentido homenaje a una de las personalidades más influyentes para mí (no solo en los artístico).
No voy a detenerme a dar datos precisos acerca de su vida y obra. Para todo eso hay cientos de páginas y libros en los cuales encontrar tal información. Yo sólo intentaré hacer este reconocimiento desde el lugar desde donde sé que mejor me va a salir… el corazón.
¿Qué el NEGRO fue humorista? ¿Qué fue escritor? ¿Qué fue un apasionado del fútbol y Central? Y… sí, bueno, fue un poco de todo eso; pero es determinantemente complicado buscarle una definición a tamaña personalidad. Era aquel parroquiano asiduo del emblemático bar “El Cairo”, el plateista eterno del Gigante de Arroyito, un amante incondicional de Rosario y sus mujeres pero fundamentalmente un tipo lleno de valores humanos. Yo creo que acá debemos detenernos, si hay que quedarnos con una sola de las facetas del NEGRO. No hay dudas de que la que mejor lo define es la de “Gran Tipo”
Humilde y sencillo como si nunca se hubiese ganado toda esa grandeza que siempre lo caracterizó, FONTANARROSA se mezclaba en el diario vivir con las demás personas, y a diferencia de otros rosarinos inmortales como OLMEDO, FITO o LIBERTAD LAMARQUE; él nunca abandonó su ciudad natal. Eso es algo que sus conciudadanos siempre valoraremos.
Hoy nos deja huérfanos de aquellas risas que tanta vida nos dieron. De ahora en más simplemente nos mirará desde arriba, aunque todos sepamos que de vez en cuando no podrá resistirse, y bajará para darse una vueltita por el Gigante y alentar un ratito a su querido Central.
Allí está, en las risas de todos nosotros, en la pasión de los que sentimos y amamos el fútbol, en la mesa de algún bar, en alguna esquina, en nosotros mismos. Este fin de semana se le hizo un pequeño monumento en la butaca que ocupaba (y que ocupará eternamente) dentro de la cancha de Central, y se proyecta hacerle uno más grande aún en algún sitio de la ciudad; pero el más importante de los reconocimientos que tendrá este gran ídolo, es ese que todos sentimos pero que no se puede ver… ese pedacito de corazón de cada uno de nosotros que el BUEN NEGRO se llevó al cielo.

Germán Gilio
http://www.germangilio.galeon.com/
poetagerman@galeon.com

3 comentarios:

Unknown dijo...

Un gran homenaje, aunque humilde. Lo grande lo es precisamente por su humildad, la soberbia no engrandece sino que enceguece, y, Germán, amigo, hiciste un humilde homenaje a un hombre humilde,por lo cual, es un gran homenaje a un gran tipo (hombre).

Salu2

El Muy Amado

Anónimo dijo...

Holis!!

Es un humilde homenaje, para un grande ....de un grande, pero humilde...ese eres tu!!!

Besitos!!
Chriss

Anónimo dijo...

Ningún homenaje es humilde, siempre es merecido cuando lo hacemos desde el corazón. Tus palabras sentidas le hacen honor al personaje. Eso es todo. José Manuel