viernes, 20 de junio de 2008

20 DE JUNIO – RECORDANDO AL PADRE DE LA EDUCACIÓN ARGENTINA.

Muy poco se sabe de él en comparación a lo que hizo por nosotros. Los diferentes gobiernos corruptos que tuvimos intentaron borrar su memoria quizás por miedo a ser humillados por ella.
Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano fue uno de los más grandes educadores de la historia de nuestro país. Enfrentándose a la dirigencia más cruel, este abogado porteño puso pie firme en el interior y se encargó de enseñar a los aborígenes sus derechos, de manera de fomentar el patriotismo en personas que hasta ese momento eran excluidas de todo por parte del gobierno de turno. Con sus ejemplos formó entre los aborígenes una verdadera base para la educación argentina.
Belgrano fue un idealista que en tiempos remotos se animó a pensar el país que más tarde se encargaría de construir.
Entre sus grandes obras se recuerdan una reforma agraria que contemplaba la expropiación de tierras sin producir para dárselas a los más pobres y necesitados, además de la promoción de igualdad entre el hombre y la mujer. Nada de esto fue obedecido en su momento por quienes gobernaban este país, más su modelo es usado hoy en día como fundamento para la construcción de esta Nación.
Sobre este prócer (El más grande de todos para mí) se podría hablar durante horas, y aún así no terminaríamos jamás de maravillarnos de su herencia. Cuando triunfó en las batallas de Tucumán y Salta, recibió un premio económico por parte del estado que decidió destinar íntegramente a la construcción de 4 escuelas en diferentes provincias. Tal su costumbre, el gobierno tardó doscientos años en construirlas. Gracias a sus defensas(Y a las de Martín Miguel de Güemes, injustamente no mencionado más veces en este artículo) es que hoy nos pertenece el norte de nuestro país. Manuel luchará contra los realistas completamente enfermo como la mayoría de sus hombres hasta ya no dar más y dejar el mando del ejército nada menos que a José de San Martín, quien con mucha valentía y capacidad culminará no sin dificultades la obra de este gran maestro argentino.
Por todas estas cosas, porque nos enseñó a defender con ahínco a la Patria, no dejándonos robar la dignidad, y merced a la enorme cantidad de cosas de las que jamás nos enteraremos:

¡DIOS LO TENGA EN LA GLORIA, GENERAL!


Germán Gilio

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ger@germangilio.com.ar

domingo, 15 de junio de 2008

LA SELECCIÓN TOCÓ FONDO.

No habrá reparos entre la crítica honesta y sensata. Ninguno de los responsables de esto podrá salir a excusarse acerca del partido de hoy. La selección Argentina cumplió una de sus peores actuaciones en la era Basile, y el futuro de la misma parece hacerse más incierto cada día.
Con un Abondanzieri que sigue sin recuperar su categoría, un Riquelme displicente y apático que continúa sin demostrar el nivel requerido para estar en la selección, una brujita Verón cuyo polémico regreso al combinado mayor no quedará futbolísticamente en el recuerdo de nadie (Más allá de que a mi entender jugó un buen partido; aclaro esto sin dejar de lado mi desacuerdo con su inclusión entre los convocados), y un Coco Basile que sacó a uno de los mejores jugadores de la cancha (Maxi) para poner al estoico Gago, entre otras cosas poco convencionales; Argentina terminó festejando un empate de local contra un rival muy inferior que la hizo tocar fondo en su juego.
Usted se preguntará cuál es el problema aquí, si Argentina va a ir al mundial de todos modos. El principal dilema radica en la preocupación acerca de lo que se vendrá más adelante, camino al campeonato del mundo ¿Si no le podemos ganar a Ecuador de local, cómo vamos a hacer para vencer a los mejores equipos del planeta en un torneo de un mes, y en el cual no hay vuelta atrás de posibles errores? Muchos dirán “Hoy ellos se nos metieron atrás, y así no se puede crear situaciones”, justificando una falta absoluta de variantes ofensivas y criterios futblísticos para salir adelante en un aprieto.
No, señor. No hay excusas. Argentina tiene individualidades como Messi, Agüero, Mascherano, Maxi Rodríguez, Tévez (Hoy el gran ausente), Zanetti, Demichellis, Heinze y una larga lista de inmensos cracks en todas las posiciones. Cuando un plantel que tiene esa enorme cantidad de figuras falla, no es necesario ser un genio para darse cuenta de que el problema es táctico. El cuerpo técnico y el equipo deberán trabajar muy duro en aras del trascendental clásico del miércoles.
Señor Basile, le pido que una vez en la vida deje nacer dentro suyo el sano deseo de ganar un partido. Háganos el favor de creearse una presión. Trácese el objetivo que todos queremos e intente tomar las desiciones correctas porque señor; NECESITAMOS GANARLE A BRASIL.

Germán Gilio
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