jueves, 22 de abril de 2010

EL DÍA DE LA TIERRA, UNA MUESTRA MÁS DEL INFINITO DE LA HIPOCRESÍA HUMANA.

Hoy es el día de la tierra, así que me puse a pensar ¿Qué opinaría la misma si tuviese la oportunidad de manifestarse en nuestro propio lenguaje? Yo calculo que sería algo así como ‘¿Qué hacen éstos locos dedicándome un día a mí? ¿Sabrán acaso quién soy y cuáles son mis funciones? ¿Conocerán quizá todo aquello que les he regalado a lo largo del tiempo?’
No podría ser muy diferente a eso, porque en los 4 millones de años que llevamos en este planeta, ni siquiera hemos aprendido a comprendernos entre nosotros mismos. Nos creemos civilizados por haber construido monumentos gigantes y dominado a los demás animales, pero la verdad es que para sentirnos superiores tenemos mucho por recorrer aún en el camino del progreso, tanto individual como colectivo.
Hoy se nos ocurre conmemorar el día de la tierra, como una muestra más de nuestra infinita hipocresía, mientras tanto continuamos haciendo desaparecer los pocos bosques que nos quedan, destruímos los ecosistemas acuáticos con la pesca indiscriminada, cazamos tortugas para crear productos para “Pelo saludable” y contaminamos la atmósfera. La tierra no está bien, y día a día nos pone en sobre aviso acerca de ello por medio de terremotos, erupciones volcánicas, inundaciones, gigantescos incendios naturales y un montón de cosas más que nuestra limitada facultad de comprender no alcanza a percibir. Y es que en lugar de interpretar lo que a su manera nos dice, tal vez estemos todos esperando que sea el mismo planeta quien se encargue algún día de aprender nuestro idioma ¿Es más fácil así, no?
Es cierto que la Tierra nunca podría comprender las pavadas que hacemos… pero ahora, habiendo reflexionado durante un rato me pregunto ¿Cuándo fue que intentamos comprenderla nosotros a ella?

Germán Gilio
http://www.germangilio.com.ar/